Callada bajo la sombra que me habita,
Inclinada cual alma atormentada
En el pedernal asiduo de mi dolor;
Te clamo… ¡a mis ojos mires de nuevo!
¡a mis labios humedezcas con el almíbar de tu sabor!
Regresa a mi como en tiempos pasados,
Llena mi vida… erradica mi temor
Temor… de saberme ajena a tu sentimiento
Ese que con mis manos acaricie en su momento
Sentimiento puro, que tan solo ayer a mi corazón cantabas;
Eras mío y yo era tuya… ¡en que momento todo cambio!
Imposible para mi creer que todo termino,
Imposible creer que de mis manos… ¡tu amor se me escapo!
Si eras mío cual aire que Dios me dio
Tan palpable esta esa tarde en que el sol
Iluminaba tu pupila de verde resplandor,
Allí mire la tarde y el ocaso que llego.