Enjaulada por el cariño
día y noche amamantando
el futuro con sacrificio,
su libertad son las alas
que hacen volar a sus hijos.
Es cuna para tus sueños
siempre escondiendo penas
y cargando sus espaldas
con las lágrimas ajenas,
¡cuánto calor en su regazo!
tus logros los hará suyos
y peinara tus fracasos
con la magia de sus arrullos,
es feliz solo con vernos
somos sangre de su sangre
y aunque dejemos de ser hijos
ella será siempre madre.