Quiero que cuando tu espalda reclines
y cierres los ojos, pienses sólo en mí
y veas cómo mi “ser” de mujer hoy se define,
que te preguntes si te sientes bien así,
si me extrañas y si siempre me sientes,
cuando estoy presente o quizá ausente.
Desde allá a lo lejos… desde tus oteros,
te llegue el hálito de la brisa nocturna
y a cada poro tuyo alcancen mis “te quiero”
ésos, que la encontraron cuando ella era vagabunda
y emerja de nuevo mil sonrisas de esperanza,
ilusiones de un nosotros y mucha añoranza.
Deseo que me lleves a ti con tu pensar,
que evoques siempre ése, nuestro momento…
y viajes con tus emociones hasta vibrar,
seguro debes estar porque yo te consiento,
soy, cuerpo y alma que siempre encuentras,
en tus pensamientos y en lo que te inventas…
Vuelca tus deseos de estar siempre conmigo
y en ese suspiro del momento después…
recostado y soñando en el ojo de mi ombligo,
quiero que pienses, añores y seguro de lo nuestro estés,
porque segundo a segundo, siempre nos pensamos
y despiertos o dormidos, de algún modo nos amamos.