Para saciar el hambre,
Consumí la parte árida de las montañas,
Descubrí el oscuro corazón del alba,
Como una huella quebrada,
Despierta el mundo entre mis dedos,
Un mundo viejo que viene en un cuerpo
Que no quiere nacer, sin haber muerto.
No es posible ser joven o viejo,
Sin haber entendido algo de la vida.
Un respeto hacia el otro… algún amor…
Alguna lágrima bajo las sábanas.
Encontrar tal vez, alguna respuesta del alma,
Subir a una nube, recorrer los cielos,
Y Buscar la calma,
Mi hambre no es sólo tierra trasplantada,
Son las flores que riego cada día
Y las noches que estoy por construir.
Para saciar mi hambre no será suficiente
Un libro, un beso, una lágrima,
Será preciso el mar y las sonrisas,
Unas manos amigas y algunos sueños,
Más de un amor y algún quebranto,
Y, sobre todo, poesía,
Poesía…mi alimento,
El que me hace recordarte a cada momento,
A cada instante…..en cada día.
Julio Casati