Aquella bella flor,
de noble procedencia
deslumbra su mirar,
conquista su presencia.
Aquella bella musa,
de nobles sentimientos
de calida voz,
y miles penamientos.
Aquella bella mujer,
es mi compañera
mi protectora,
mi fiel consejera
A esa mujer,
que siempre me comprende
en las buena y en las malas,
sus brazos me extiende.
A la mujer,
que se sacrifica
aunque a veces,
la vida se complica.
Es mi madre,
aquella dama
esa mujer,
que todos aman.