NO ME SUELTES.
Toma mi mano amor, y no me sueltes
Aunque te vayas lejos, no me sueltes…
Aunque ya te hayas ido no me sueltes…
Aunque transcurra el tiempo entre nosotros
Y no me necesites . No me sueltes.
Te irás conmigo, amor, no vayas solo
No elijas un camino desolado
Ni ensombrecido atajo traicionero
No transites, amor, no transitemos.
Amárrame al morral en bandolera,
Me haré pequeña y no tendrás trabajo
No irá vacío tu brazo con mis brazos
En las sombreadas calles que camines,
No pesará en tu hombro mi cabeza
Y mis pasos se harán a tu medida
Y pisaré las huellas que tu pises.
Y pisarás allí donde camino.
De solitario amor no moriremos
Porque no estarás solo ni en tu sombra
Mi piel será la tibia compañía
Que habrás de conocer como a la tuya
Y será el regocijo inesperado
Reconocerla toda en cada abrazo.
Por eso y aunque dudes, no me sueltes…
Aunque sepas que estamos separados…
Tú encontrarás la forma y el camino
Las múltiples maneras de encontrarnos.
No me sueltes, amor, no nos soltemos,
Muero en tu mano enajenadamente
Mi mano necesita de tus manos.
De tus dedos de nardo y de jazmines
Y de ese urgente afán del terciopelo
Del triángulo de locos desatinos
En el que se amalgamaron nuestros cuerpos…
No sueltes a tu vida de mi vida
No me sueltes, amor, no nos soltemos.
Que habremos de buscarnos cada día
Con un inconsolable amor herido.
Dentro de ti y de mí se agitan
las horas con sus grises perspectivas
de tu ausencia y mi ausencia, lo sabemos.
No me sueltes, amor, nada podremos
Sino buscarnos más hora tras hora,
No me sueltes, amor, no nos soltemos!
Cristina Cammarano.
Derechos Reservados.