victolman
¡MADRE!...SIEMPRE TE HE DE QUERER
En el infinito espacio
y en el tiempo con su calma,
a distancia viviendo eterna
yace brillante tu alma.
Recuerdos latentes…
de esta vida terrenal:
Tu firmeza… en medio de la pobreza,
Tus cuidados… en una forma magistral,
Tus caricias… acompañando tu nobleza,
enseñándome el amor hacia los demás.
…¡Toda tú!…
Tan cerca estás de Dios,
deleitándote, con la sinfonía
de su alabanza…
Parecieras estar tan lejos
por ésta cruel añoranza.
De repente…
Se apodera de mi mente
y de mis tristezas una luz,
iluminando mi pensamiento…
¡Es la luz de Jesús!
comenzándome a libertar
de aquel sensible momento.
Rotunda paz a mi alma llega
aliviando mi nostalgia
todo mi ser lo llena,
curando mi pena
y mi flagelada algia…
Haciéndome comprender
que tu alma goza en Él;
¡Madre mía!...
Toda mi vida
siempre te he de querer.
(victolman)