A esta hora, mientras que la noche se contrae, dolida
mis ojos se visten de luto
y se escurren, dos lágrimas precarias
sobre el malroto y trizado, rostro mío de agonía...
Brindo por aquellos, que hoy se despiden de la vida
con las sombras siniestras y el cadáver doliente.
Lamento por ellos, que en estos momentos
sus ojos estallan y sus corpazos jijean..
¡Como es posible!, que los cuartos se empapen
de un crúor melancólico, y el crepúsculo observe
como sangran los sepulcros..
¡Se está crucificando a la vid!, los morteros dementes
se visten de oscuros verdugos
sus lares se tornan violentos
y las sangrías, en la aurora, brotan...
La incertidumbre hoy está perversa
se ha sembrado maldad, de la humana
los pravos andan diabólicos
deambulando y danzando, épicos
entre todos los eternos silencios...
A esta hora, mientras la medianoche se contrae, dolida
mis ojos son dos tumbas, se han vestido de ténues oscuros
y sobre el madero se escurren
dos lágrimas precarias,
dos lágrimas de luto.
Cisneros.