Me quedo tranquila,
dí todo cuanto pude,
dí auroras y crepúsculos
de amor...no te puedes quejar.
Me quedo tranquila,
te amé como la mañana
ama a su sol,
esperándolo siempre enamorada.
No medí mis besos
ni mis caricias,
el amor cuando se regala
nace del corazón
y yo te entregue el mío
sin ninguna condición.
Tranquila vivo,
tranquila estoy,
camino segura de lo que soy,
si soy madrugada te doy mi amor,
si soy primavera te adoro yo,
en el atardecer de mi vida
seguro estarás,
como una flor fresca
en mí vivirás.
Y tranquila estoy
porque volverás...
no podrás estar sin mí,
entre tanta gente me buscarás
porque sabes mi cielo,
quien te aprendió a amar.
YOLANDA BARRY.