Y sé que partirás como parte la luz, como mueren
algunas estrellas, al explotar en luz y en misterio
pero tu ser deberá alcanzarme cuando llegue
mi final engulléndome por las eternidades.
Sembrarás, como un rosal, alegrìas por tus virtudes
que serán recordadas siempre por mis semillas
en los pequeños templos que son mis palabras
como dulce incienso que te buscará en el tiempo.