Que equivoca es el alma mía,
como si flotase o se meciese la mar,
naufraga mi pena.
Como si gotas de lluvia
cayesen, lloviéndote,
y con mis manos hago un charco
para beber de ti
Que misteriosa es la salida
del laberinto de un nombre de muchas letras,
que misteriosa es la mirada que calla tantas
Palabras.
El silencio tuyo me embriaga,
mis labios secos se desangran.
y me consumes.
A la hora que sea
el día que sea,
pues eres tiempo en tiempo.
Y me voy muriendo de ti,
de tu cuerpo, de tu espíritu
eres como el alimento que no tengo.
Que equivoca es el alma mía,
que siendo tu amor doloroso
aùn sigo bebiendo de tu acido
y mis labios, mis labios
se desangran.