-Me alegra el haber llegado a tu vida
En estos precisos momentos
En que la susceptibilidad
Aflora en cada pensamiento
Y todo lo que se dice se vuelve verso
Y que la madurez busca una salida
Para seguir creciendo.
-Me alegro que hayas llegado a mi vida
En estos precisos momentos
Cuando en un mar de negras borrascas
Me perdía
Y como una tabla de salvación fue tu palabra
Y me llevo a tu barca.
Fuiste mi brújula mis ojos, fuiste la luz del ocaso
que lleno de arreboles a mi nostalgia
y al llegar la noche contando los luceros
construimos una nueva constelación
con el polvo que dejaban las estrellas
en sus titilantes melancolías.
Le buscamos un nombre
Le tejimos una mitología, una leyenda
En la cual dos estrellas muertas se fusionaron
Y salpicaron luceritos armoniosos.
Que enfilados dibujaron
La palabra soñada, nunca antes dicha
Y divagamos en descifrar el nombre:
“Silviastral, sideral siviacarl”
Y fue cósmico el anhelo
Y fue trascendental en la utopía
De una nueva poesía…
Declaramos universal este sueño;
Nos declaramos en una ruptura
Con todo lo establecido
Llegando al punto más alto de la locura
¡Locura fusionada!
SILVIAKARL