Respira brevemente un sentimiento que te dejó parada en la orilla de la nada, y no hallaste más soledad que el silencio de tus mentiras.
Un dulce adiós, ya no caeré en tu engañosa mirada de ciegas percepciones.
Desde el fondo de tu vacía alma nunca pudiste entender lo que había en mí, solamente llenabas mi corazón con un agujero de artimañas.
Pisas un sendero falso y tropiezas con tu imaginación al darme eso que no sentías.
Fumas un cigarro y tragas el humo de tus mentiras y yo cayendo en ellas como un niño.
Éramos tú y yo y todos esos sueños que nunca caminaron a nuestros sentimientos.
Desde el fondo de tu vacía alma jamás llegaste a tocar lo que era lo que sentía por ti, todo lo que hacías era llenar mi mente con tu nada.
En tu vacía alma no hallé tiempo corriendo a su futuro.
Y todo lo que hacías era llenar la luz de este sentimiento con la nada de tu oscuridad.
En tu vacía alma no encontré que suspirabas por mis palabras.
Y todo lo que hacías era llenar mis desiertos con la nada de tu calor.
Y en tu vacía alma nunca entendiste lo que había en mí, en tu vacía alma jamás llegaste a tocar mi amor.