ALVARO J. MARQUEZ
BUSCO...
Busco el sueño aquél donde siempre te veía
y despierto cada día sin haberlo encontrado,
estaba seguro de que no eras sólo una fantasía
y que un verso dedicado a ti tenía guardado.
Busco la letra de la canción que te escribí,
estoy seguro de recordarte escuchándola,
la estrella que te juré que sólo brillaba para ti
y que en ese sueño feliz me veías bajándola.
Busco al perrito que te gustaba y nos ladraba
y que moviendo su cola parecía captar el amor,
la lluvia que en ciertas tardes tu cuerpo bañaba,
el arco iris que para nosotros, cambiaba de color.
Busco el jardín aquél de donde sacaba las flores
que acostumbraba decirte que sólo a ti me olían,
ellas parecían entender todo de nuestros amores,
yo les hablaba de ti y ellas más hermosas se veían.
Pero hoy, al no hallar el sueño que se me perdió,
tampoco encuentro nada de todo lo que mencioné,
la canción que te compuse al parecer, no existió
y la estrella que te bajaba, no sé cómo la inventé.
Ya no ladra aquel perro y ni siquiera se aparece
ni hay colita que se mueva por algún amor captar,
la lluvia moja otros cuerpos pero jamás moja ése
que era precisamente, el que más solía empapar.
El arco iris en blanco y negro ahora se me presenta,
la verdad es que no logro entender este misterio...
se murieron las flores y cuando pude darme cuenta,
el jardín de donde las sacaba ya era un cementerio.
Quiero dormirme hasta ese sueño de nuevo hallar
y que exista de nuevo todo lo que ahora no existe,
quiero saber que no es que haya empezado a alucinar,
prefiero pensar que estabas, que existías y te fuiste.
Pero quiero ese sueño y con todos los detalles adentro,
el verso, la canción, la estrella, la lluvia que arreciaba
el perro que ladrando muy feliz nos salía al encuentro,
el arco iris, el bello jardín y cada flor que te entregaba.
Escribiendo todo esto, la verdad parece que ya desvarío
y que tal sueño nunca aparecerá porque yo... estoy loco.
Quisiera buscarte en el espejo pero pienso y me sonrío,
que temo descubrir al mirarme, que yo no existo tampoco.