Rojo el treinta y seis dijo el croupier
Y el había jugado todo o nada
Igual que en el amor y en el placer
Igual que en el querer
Igual que un fantasma.
No sabe que jugó
Si ya no tiene fe
En que el amor regrese una mañana.
El barman le sirvió
El whisky del olvido
Por que esta sed que tiene a el lo mata
Y luego caviló
“No tiene ni un sentido
Esta vida que llevo siempre a rastras”
De pronto se asomó
El último bastión
Y así proporcionarle una esperanza
Perfume de mujer
Efecto dominó
Cuando el perdedor es el que gana.
Entró en su habitación
Sacándose el corsette
Las medias poco a poco y simulaba
Que ella era su amor
Que era su canción
Y se dejó llevar por su fragancia.
Apenas salió el sol
La noche de placer
Se transformó en derroche que no apaga
La llama de existir
Allí en su corazón
Que justo se detuvo en plena farra.
La chica se marchó
Y el último croupier
Lo halló desnudo sobre sus espaldas
Se dijo que ella fue
Aquella que mató
Al hombre que jamás tuvo una cara.