Entre paredes de concreto
están de moda los nacimientos
por estos días tan rectos.
No sé ustedes
pero yo hubiera preferido
una caricia fresca del viento
a esa nalgada con guante blanco de latex
por mucho que fuera hipoalergénico.
Hoy día las nanas son muy cuadradas
y se encargan de todos los niños por igual
sin considerar el color de sus ojos
ni mucho menos el de sus sueños,
la única diferencia consiste
en si los entretienen en blanco y negro
o en alta definición
si son de esas nanas último modelo.
No sé ustedes
si vayan a apoyarme
pero yo propongo regresar a los tiempos
de sentarnos en el suelo a escuchar
historias sacadas de buenos libros
o de la mismísima memoria del abuelo.
Las escuelas de estos tiempos
enseñan a sumar y restar
pero, sobre todo,
a obedecer y permanecer en silencio.
No sé ustedes
pero yo gusto de gritar,
moverme, bailar, besar, silvar, brincar
y perseguir a mis pies contentos,
y a veces todo al mismo tiempo.
Algo huele a podrido
por estos días civilizados
¿y cómo no iba a ser así?
si hasta naciendo cooperamos
con los basureros
al mandarles aquellos
benditos guantes de latex blancos.
No sé a ustedes
pero a mi me cuesta mucho
hacerme el ciego.
JCEM