Hoy pase el umbral
de lo inmaterial.
es un mundo diferente.
me encontré, frente a frente, con la muerte.
mientras, hablaba con ella
le quite, la guadaña
y empecé a cortar el monte
que estaba en el camino.
Ella, corría, tras de mi.
y yo apretaba la guadaña
porque si se la daba
era hombre muerto.
Regrese por donde había entrado
le lance su garrote.
y corrí a esconderme, entre las sabanas
de mi cama.
Que odisea, la que viví.
menos mal.
que desperté, de la pèsadilla
que había tenido.