Las cartas traídas desde el cielo,
Llevadas por la paloma, con su eterno vuelo,
Llena de ausencia, llena de silencio,
Llevada hasta ti con mis recuerdos.
Cartas llenas de amor y de sueños,
Llenas de ternura e inmensos deseos,
Fragmentos de mi amor llegados desde el cielo,
Van hacia ti, hacia tu encuentro.
Desde le rincón enmudecen los sentimientos,
Los que te mando desde mi corazón,
En cartas de pasión y estremecimientos,
Quedan plasmados y con palabras puestos.
Nacen palabras desde los insistentes tinteros,
Que nacen desde mi corazón, desde su fondo negro,
Donde nace la imborrable pasión,
De todos mis sentimientos.
Llega a ti mi carta forjada con la pasión de fuego,
Sentimientos llenos de esa sensación que,
Amor solo para ti, pueden serlo,
Mientras recuerdo lo dulce de tu aliento.
Más cerca, cada día de mí te siento,
Se llaman las almas con clamor inmenso,
Mis labios comienzan a pedir tus deliciosos besos,
Y en mi corazón se derraman los tinteros,
Surge mi voz repitiendo tu bello nombre,
No deja de repetir: “Teresa, te quiero”.
“Es el amor inmenso, que nace en lo más profundo de este corazón, que ansía fundirse con tu cuerpo, lo desborda la pasión dentro de mi pecho.”