Félix Moreno

DOLOR Y PERDÓN

Como un árbol quemado por un rayo,

grandes  heridas abiertas y ramas retorcidas,

así se siente un hombre cuando su vida se ha roto.

 

Un dolor ciego y sordo recorre su alma,

lanzando al aire mil gritos silenciosos,

escuchados por la nada y la nada no responde.

 

Es como flotar en el vacio del espacio,

ves mil soles y ninguno te calienta,

estas solo rodeado de espacio obscuro,

la salvación está a millones de años luz.

 

Qué hacer para poder sobrevivir a  tal desventura,

tal  vez encontrar unos ojos que te miren sonrientes,

en ese mismo instante, cuando más lo necesitas.

 

Quizá pedir perdón por el daño hecho,

una o mil veces aunque seas rechazado,

o perdonar a quién te ha hecho daño.

 

Mejor es no pensar,  es sentir y no dar vueltas

a ideas demasiado enmarañadas al círculo vicioso.

Di: siento que te quiero y no encuentro ninguna justificación

para no seguir queriéndote para siempre.

FÉLIX