En mis manos papel y pluma,
quiero escribir sobre la vida y la ventura
mas por mi mente solo brota la desdicha
que me encierra en las paredes de esta vida
Sentado en cama siendo un día caluroso
sin poder salir por no querer hacerlo.
La bulla de los jóvenes jugando en el parque
y yo triste, vacío y completamente solo.
Comencé a escribir, pues me prometí volver a hacerlo;
tal vez no un poema, ni siquiera una historia,
sino un epitafio de lo ya en mi caído.
No es la vida, solo la mía, que se aferra a la muerte
Vuelvo a escribir, cierto, pero no vuelvo a la vida,
las horas pasan, y el reloj inerte marca mi destino.
Quisiera no estar aquí, no con esta vida,
quisiera no morir, no con tal vacio.
Es un encierro con las puertas abiertas
un castigo que no lo impuso nadie.
Es mi suerte tal desatino e infortunio
que cuan gracioso suene, es mi vida y se va acabando.
Puedo ver también cercano el retrato de mi amada
vestida de blanco, con sus labios junto a los míos.
Debajo quien pudo cambiar mi vida y la de ella,
pero nos dejó tras cuatro meses de porfía.
Te extraño amada mía, te extraño sin medida.
Quise esperarte con júbilo y triunfo tras otro,
mas no puedo pues te espero caído en la pelea.
Eh perdido la lucha, eh perdido vida mía.