Estoy tendida en el pasto,
y entre mis dedos la hiriente yerba
húmeda por el sereno de la noche anterior
mi cabello negro revuelto entre las hojas secas
y en mi cara las miles de siluetas
de las ramas de la madre ceiba
y el olfato impregnado con olor a tierra
y mas allá de mis pupilas
un mar de cielo inquieto
y de presto
una brisa que me a robado
una sonrisa sin pretexto
y aquí me tienes
con las miles de siluetas,
el olor a tierra,
entre mis dedos la yerba
con mi tinta y mis versos...