“Nos impulsa la pasión y la adrenalina,
El deseo mutuo y la ansiedad,
La aventura de amarnos a escondidas,
A espaldas de un mundo irreal;
Lleno de tantas prohibiciones e injusticias,
Que solo avivan nuestro fuego,
Nuestro infinito apetito,
De tenernos cuerpo a cuerpo…
Para el mundo somos amigos,
Para nosotros confidentes de nuestro cariño;
Confidentes de esas aventuras,
Que nos bañan de placer,
Llenas de locura,
Y de besos por doquier,
Sin compromisos ni ataduras,
Más que un solo deber,
Estar siempre para el otro,
Cuando el deseo empiece a arder…
Lo prohibido tiene mejor sabor,
Y así lo descubrí,
Por el miedo y otras emociones,
Que tu cuerpo me hace sentir…”