Amo la lluvia... escuchar su sonido...
aunque siempre que ella está presente,
pienso en esos seres a los cuales
ella perjudica, y deseo que la lluvia cese.
Esta madrugada, hubo lluvia en mi ciudad.
Llovió bastante, ya ha cesado.
Un nuevo día a vivir.
Un nuevo día en el cual doy
gracias a Dios haber amanecido.
No deseo cansarte ni aburrirte con mis lamentos.
Si no tuviese esto, lo que tú estás leyendo
en este momento... pienso que nada tendría.
El escribir lo que siento, me hace feliz.
Tendría que estar haciéndolo
las veinticuatro horas del día.
No podría, por supuesto.
Tampoco mi saber e intelecto llegan a tanto.
Mis simples palabras fluyen.
Esta es mi forma de lograr en mis días,
algo de felicidad. Escribir, aunque sea
lo más tonto, lo más absurdo,
y quizás también lo más ridículo.
No me importa, plasmo aquí, palabras
que brotan de mi alma.
Mi alma... la triste, la apenada, la solitaria.
No podría explicar las tristezas que
hace unos días siento en ella.
Es que... cómo podría explicarte,
cómo podría hacerte entender...
¿qué es lo que deberías entender?...
A mí, entenderme a mí.... a estas expresiones
inentendibles quizás.
Estos sentimientos que se ahogan en mi alma.
¿por qué tengo que comentarlas,
por qué siento la necesidad de expresarlas?
todo me importa... nada me interesa...
si en mi vida hubiese sido un concertista
de piano, hubiese sido un sueño realizado...
Mis conciertos ahora los ejecuto
en este teclado... en esta computadora,
en la cual necesito decirte palabras,
y muchas veces no se qué expresar.
Escribo, para que tú me acompañes,
o para sentirme acompañado...
y han existido muchas veces en las cuales
leo tus respuestas, y no puedo contener mi llanto.
Ese llanto, el cual no es por tristeza,
sino por la alegría de leer lo que me dices,
lo que me respondes a mis palabras,
a mi sentir, a lo que plasmo...
pero mucho me agradaría llevar a tus ojos
sentimientos más... alegres, felices,
llenos de esperanzas...
más de una vez lo he logrado, pero...
¿ahora, qué es lo que me pasa?
¿por qué esta sensación de tristeza,
por qué esta sensación
de incontenible llanto?
Dios, déjame seguir amándote,
déjame permanecer a tu lado,
en el cual me siento protegido y amado.
Tú nunca me defraudas,
y te necesito tanto...
En estas últimas noches,
comienzo a rezar, tú bien sabes por quiénes...
por todos los seres que permites
estemos todavía aquí, en la tierra, con vida...
No he tenido la más remota intención,
tú que me lees, de apenarte, eso, nunca...
sólo que hoy he plasmado lo que hay
dentro de mi alma...
Todos los derechos reservados del autor(Hugo Emilio Ocanto - 16/05/2013)