Acepto
Cada latigazo del tiempo flagelando mi cuerpo.
Cada instante robado en silencio;
Las miradas de miseria y lástima que me fusilan con desprecio.
Acepto. Los susurros sarcásticos y las palabras que destilan veneno.
Mis manos curtidas por el afán de caricias, mi piel estéril, fecundando silencios; mi carne flácida de justicia; mis ojos nublados por la contaminación cotidiana. Acepto.
Acepto la demencia que conlleva al olvido, la tragedia que conduce a la victoria; las burlas del cielo con el sol y la lluvia; acepto la vejes de mi tiempo, el cansancio de mi sueño y la soberanía de los años. Acepto tu mirada resignada al perdón de los días. Tu sonrisa estrangulada, lacerada y vacía.
Acepto el universo con miles de estrellas.
La luna con un solo planeta. Los luceros que se extinguen y forman nebulosas; el meteoro que impacta la tierra y muere siendo famoso.
Acepto la muerte como el comienzo del tiempo y la vida como un regalo misterioso.
Muero con tus manos en mi pecho y tus besos temblorosos.
Con la duda deslizándose en mi mente, sin destellos, sin euforia.
Muero con la certeza de mis batallas; y con los diplomas de mis victorias.
Acepto perder la guerra; y morir en tus brazos; acepto ser tu fracaso y ser tu derrota. Acepto tus recuerdos sin memoria
Acepto descansar en tu regazo. Acepto la paz de tus senos y morir en tu gloria.