alfonsopocho

Madre, Corazón Divino

 

Madre mía, cuando era un chiquillo

Todavía, de negro cabello y con

Diente y medio en mi voz

Tu caricia sublime me consolaba, en cada

Noche de temor.

 

Tus cálidas manos de color tornasol,

Alumbraban mi corazón como mágicos

Luceros mañaneros, que bañaban mi cuerpo

Pequeño que pujaba por crecer.

 

Hoy te veo con otros ojos,  ya soy un joven

Viejo, mis canas se hacen visible, el tiempo

En que me aleje de tu regazo ha marcado

Tu ausencia de mis largos años

Solo buscan ese caricia sublime,

Que consolaba cada noche de temor.

 

Madre, amor divino nacido

Del amor de Dios, eres y serás

La mágica creación del Ser divino

Que cada noche acuna en tu regazo

La cabellera enlutada de tu hijo

Que goza con tu mirada,

Que goza de la paz del Señor.