Cuando quieran saber del viejo,
aquel que los cobijaba con palabras,
solo quedará su recuerdo, su dolor,
dolor que le propinó la vida...solo por ser soñador
Era uno de los pocos del mundo;
¡único!, respiraba ilusiones por aire,
y su único sustento era la esperanza,
esperanza de ver un cuadro distinto… oleo sublime del Creador
No dejaba de soñar nunca,
era su otra forma de ver la vida,
una vida distinta, lejos del ruido de los autos,
autos descoloridos por la simpleza de los hombres…
de esos trazados a boceto.
Pero fue de repente su viaje, algo fugaz;
su semblante cayó y su flor marchitó,
ese día dejó de alumbrar una estrella,
la noche no fue la misma sin su brillo.
Y aunque el viejo desapareció,
como un fantasma, de nuestra agenda,
sigue latente en mí; aún puedo verlo,
como si ayer nomás hubiese nacido.