Poco a poco tus huellas
se van borrando de mis playas,
mis olas
lamen tus recuerdos
tan efímeros,
tan volátiles,
como las gaviotas que planean en el horizonte.
Poco a poco tu sombra
se diluye con las sombras de los atardeceres,
se confunden con el sol
tus ojos,
con esos últimos rayos
que resplandecen en el día.
Poco a poco tu piel
se pone azul como el cielo,
fría de olvido,
tu corazón,
duro como las caracolas encalladas en la arena.
Te me vas,
tan lentamente,
tan dolorosamente manso
ante mis intentos desesperados de retenerte
te me vas,
como una cometa que mira,
desde arriba de las nubes
cómo se corta el hilo que la sostiene.
Me miras, impávido,
con tus ojos vacíos que ya no reconozco,
con tu sonrisa muerta en una foto de otra galaxia,
con las lágrimas que te imagino
pero que en verdad son mías.
Sentirás acaso el rosa atardecer de mis lamentos?
te emocionará acaso,
la anaranjada despedida de mi amor...?
que se va
a no sé dónde
porque su hogar era tu pecho...
Poco a poco, y tan desgarradoramente
te esfumas con la bruma de los mares
frente a mis tristes brazos extendidos,
a mi mueca de auxilio, te necesito.
Poco a poco, y tanto quise abrazarte
en la caricia del viento, que ahora
me vuela una parte de mi vida
que se va contigo.