Murialdo Chicaiza

HOMBRE UNIVERSAL II

 

Y no somos conscientes de la manada

que puede desplazarnos hacia los abismos

que nos coloca en ultramundos

que nos amenaza a eterna muerte

o a eterna vida, que es lo mismo.

Pero más que nada somos básicos,

hipófisis, amígdala primigenia.

Somos espíritu, corteza, música compleja,

esbozo de Manet

abstracción mental, sublime excepción

azar programado, nos encumbramos

miramos estrellas que nunca alcanzaremos.

Homo sapiens-sapiens, neandertales fracasados,

ávidos mamíferos.

De pronto caemos de las alturas:

nos preguntamos, creamos modelos,

parábolas, nos construimos

nos deshabitamos, bostezamos

de nosotros mismos

buscamos a encontrarnos y no nos hallamos.

Nos olvidamos de nuestro mejor invento

de lo único que nos salva de la agonía

de lo que podría extendernos y rescatarnos,

olvidamos el gesto del gurú, de los iniciados

nos asimos a él porque intuimos

que es nuestro único salvavidas

lo que nos prolonga y da nobleza a los instintos

pone lirios en nuestros cansados ojos

respiro a nuestros atribulados pechos

lo miramos apenas erguidos con temor

y miedo, lo llamamos amor.