Este amor que me dices profesar,
es tan evidente, tan auténtico,
que ya hasta me has hecho cambiar de humor.
A mi alrededor hay estrellas
que tú, romántica inigualable,
has bajado desde el cielo,
y formen en mí un círculo de luces.
Luz de estrellas, me siento iluminado.
Me siento feliz porque hoy estás en mí, toda.
Señal de que no siempre tengo que desesperarme
por tu ausencia, porque vuelves,
y me amas como siempre.
Pero hoy no sólo quiero el regalo
de tus estrellas, también quiero la presencia
de tu ser, tu cuerpo...
Aquí estás, amor... ¿estás bien?
Me das una inmensa alegría
como hace tantos días no tenía.
Por tu ausencia, cuántas noches
despierto imaginaba todo tu cuerpo...
mis pensamientos eran lividinosos...
aún en mi tristeza me excitaba con sólo pensarte...
mi imaginación te desnudaba...
pero ahora no eres una imaginación,
eres una realidad...
Ven, dejo a un lado las estrellas,
para que iluminen nuestros cuerpos...
acuéstate a mi lado, no seas vergonzosa,
de todos modos, no es la primera vez
que estamos en la misma cama,
No te sonrojes, mírame, déjame mirarte,
déjame despojarte de tus prendas,
así, una a una... y ahora estás...
como yo tantas veces he deseado.
Completamente desnuda...
déjame besarte y chuparte toda...
no te avergüencen mis palabras,
no te avergüences de nada,
vivamos el momento...
no, no dispongas de poco tiempo...
¿tan pronto debes irte?...
son muy pocos minutos...
quédate unos más, por favor,
unos más... así podremos saciar nuestros deseos...
espera, que ahora tengo que desnudarme yo...
me haces reír, se te han puesto los cachetes rojos...
ahora quiero yo, acariciarte los cachetes de abajo...
qué hermoso es... qué hermosa eres, vestida...
y desnuda mucho más...
me gusta alabes también mi desnudez...
eres un sueño... un sueño, mi amada, muy real...
Déjame succionarte las... tienes los pechos endurecidos...
no te pongas mal por mis palabras...
me abstengo de decirte otras...
porque no quiero te enojes,
pero el amor debe vivirse así,
sin tapujos... déjame decirte lo que siento...
tus entrepiernas, déjame acariciarte...
estoy tan pero tan excitado, mi vida...
lo se, lo se... también tú lo estás, lo noto...
toda caliente tu piel. Ya quisiera in....
Oh, qué vergonzosa eres siempre,
pero sabes que me gusta expresarme,
porque así me excito más,
¡qué noche mi vida, cuánto te he necesitado!
Y aquí te tengo, gozando de tu piel, tu cuerpo...
Ya estás pe...¿ te gusta? ¿a mí, cómo no me va a gustar?...
Ya estoy cercano, ya me falta poco,
entrégame tus labios... Oh, ah, ah, ah,... ¡amor mío!...
¡qué hermosa locura!...
Todos los derechos reservados del autor(Hugo Emilio Ocanto - 18/05/2013)