Podría sanar...
Creo haber encontrado el analgésico perfecto para mi dolor.
Podría beberte,
Tomarte sin recetas.
En lo común te encontré y me cautivo tu simpleza.
Puedo reír todo el tiempo si estas conmigo, quiero morder sin duda alguna tus labios.
Sencillamente fui volviéndome tuya, de ti...
Y no lo sabes.
(Me encanta verte de perfil,
sólo yo sé el por qué)
Sin embargo me rozas,
me roza tu piel, me hablan tus ojos.
Podría sanar del pasado,
pues me haces olvidar.
Eres tan frágil, tan sutil, al oír tus respiros se acelera mi corazón.
a veces me gustas tanto y otras te me olvidas.
Más cuando estoy contigo rió, me siento fuerte,
soy sólo yo y no lo que pretenden.
Y aun así no te pienso en las madrugadas,
no te sueño en las noches,
ni te recuerdo por las mañanas.
Puedo tomarte a la hora que quiera, más no te necesito.
pero me haces sentir bien, me olvido de mí, de la soledad
si estás aquí.
Quiero estrecharte entre mis brazos,
beberte poco a poco,
cada que sienta dolor,
pues eres mi analgésico perfecto.
Eres la droga que mengua los recuerdos,
eres la bebida que me embriaga de felicidad
eres quién me restaura de la enfermedad
eres tanto y a la vez no eres nada.
(Cómo podemos ser tan necios que preferimos mendigar un poco de amor de alguien que no
merece ni una sola mirada, que amar a quién nos brinda todo.)