Como si existiera el infinito
comía de los desechos de tu mujer
(que es la verdad de lo gemido ser)
Tu piel, mujer, que es religión por
cuánto cuánto vale hacerte las piernas
como clavándote en el mundo
¿cuánto cuánto?
Tu cielo
que es esta masturbación que habla
(temblorosa) de lo mucho que falta
para ser tu héroe
yo que de corazón
-en el fondo-
hago cincuenta pesos como mínimo
el tamaño de tus tetas
toda toda la triste vida de los payasos
que nos rodean
y no pueden padres darle a su hijos
ni madres
ni tatarabuelos.
¡AUSENCIA!
es lo que hacen con mis manos
estos muchos payasos hijos de puta
cuando salen a robar mi paz de buen comerciante
yo que de corazón
en el fondo
-bien, bien en el fondo-
hago democracia por el tamaño de tus tetas
y simplemente doy (¡pero tanto!)
el aparato digestivo que amantemente ha de
representarnos
yo que no me olvides
con todas mis fuerzas
sin embargo
no, no me olvides.