Diaz Valero Alejandro José

Carta a una suegra celosa

Hoy le escribo señora suegra

buscando la paz en mi relación

pues vivir de guerra en guerra

no resuelve la situación.

 

El hecho que su hija me quiera

 y me haya abierto su corazón,

no es la razón por la que cela

sabemos que hay otra explicación.

 

Usted muy cordial me sonreía

cuando yo por su casa pasaba,

siempre tuvo gestos de simpatía

dibujados en lo ancho de su cara.

 

Vi abierta siempre su ventana

a la espera de mi puntual regreso

y a veces hasta un ojo me guiñaba

y furtivamente me lanzaba besos.

 

Ahora la situación no entiendo

si yo con su hija he cumplido

¿Porqué me detesta como yerno?

si yo amoroso con ella he sido

 

Tal vez usted otra cosa pretendía

pero yo nunca le he correspondido,

deje ya por Dios, la niñería,

que usted tiene su marido.

 

No me gustan los enredos

y menos por un lío sentimental

prefiero a su esposo como suegro

que como un peligroso rival.

 

Hasta pronto me despido

reciba mi saludo estimada suegrita

y tenga por favor el café hervido

cuando vaya en la tarde a la visita. 


Autor: Alejandro J. Díaz Valero

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