No es una imagen pura de luz
ni tampoco la sucursal del Sol
hay gente morena que discurre
en columnas por las calles
las mujeres salvan sus caderas
ante los automóviles vivientes.
Los hombres con sus corbatas
en medio del pecho
y a un milímetro del ombligo.
Las maderas tienen herrumbres
los metales polillas tienen
es el mismo grito de los siglos
ese que cuando suena
nos parece un llanto opaco.
Es la misma queja de todos:
esa de la cual pocos hablan
y todos a una lo tragan.
Es una ciudad de fosforescencia:
policías con bacinillas en sus cabezas
de materia inerte, tal vez de carne.
Y ahora que la noche la tiene
con su babosa promiscuidad:
las mujeres descansan sus caderas.
las corbatas son imágenes de serpientes
trepan por los armarios.
Los automóviles se enfrían
y todos a una gritamos
en los sueños.