Cada instante tiene su propia eternidad Ariadna
Lo mismo que los planetas.
Perdidos en la inmensidad
Son sempiternos cometas
Con toda su fugacidad.
Cada instante florece en el más allá
Cuando al aire pertenezcas
Cuando seas eteriedad
Cuando fluyas con las mareas
Cuando en fruto te conviertas.
Cada instante será uno más
En nuestra memoria de puertas
Unas se cerrarán
Otras permanecerán abiertas.
Y nuestro instante durará
Cuanto brillen estas estrellas
Que en nosotros estallarán.
Un instante que nos dará
Amor para toda una vela
En medio de la oscuridad.
Un instante de felicidad
Que cualquiera se lo quisiera.
No reniegues del el jamás
Que puede que nunca vuelva.
Tómalo como el amante
De todas tus historietas.