En un núcleo familiar nacemos
no porque lo hayamos escogido
sinó, que solo Dios si sabe,
el porqué nos ha juntado.
Pero muchas veces lovidamos
que aquí, sólo estamos prestados
que por naturaleza de la vida,
sin que nadie tenga que enseñarnos
nos amamos por la fuerza de la sangre.
Pero al ir pasando el tiempo
a veces, por tonterías nos alejamos
por cosas que no tienen importancia
y nos perdemos momentos de la vida
de ese amor familiar como es:
el de padres, hijos y hermanos
que apartar del corazón nunca podemos.
Pero a veces, cuando solemos disgustarnos
en ese lapso de tiempo, si perdemos
a uno de esos seres que queremos
entonces, ¡ Qué Dolor ! al darnos cuenta,
que ya no existe y no podemos abrazarlo,
para demostrarle, todo ese amor que sentimos,
y que de nuestras vidas, jamás podremos arrancarlo.
Porque en esta vida, solo una vez estamos juntos
y si Dios nos ha dado ese regalo,
es, porque ese amor ha de ser eterno
y si al llegar a la vida nos juntamos,
sólo la muerte, puede separarnos.