Era un día, como cualquier otro,
Al despertarme en mi cama mire;
Una mano, sobre mí y me gire,
Una calidez en mí, se infiltro.
Mire un ángel, dormido, en mi cama,
Y un anillo de oro en mi dedo;
La mujer que soñaba, a mi lado.
Una sonrisa, en mi cara quedo,
Despertaste despacio y dijiste,
Eres el ángel que quita el miedo.
Te bese, me robaste el aliento,
Tú y yo, juntos, viendo el ocaso,
Meses después, el amor dio un paso;
Nuestro bebe, llego, como el viento.