Aflora el cabello
rodeado de tormentas negras
que caen al piso como la de tu pelo,
viéndolas desplomadas en
mechones
arrasadas por el filo
de un metal que murmura su ruido
como jinete apocalíptico
que cumple la profecía
y corta
dias y sueños
desvelos y angustia;
caricias presurosas;
esperas largas;
esperas sin arribo;
abrazos al vacio;
poemas naufragando
en botellas que atraviesan
el tormentoso mar del tiempo
Estoy aquí expectante
con un extraño
brillo pupilar
que anuncia la llegada
de un invierno de lágrimas
casi tristes,
casi alegres,
casi divinas
casi humanas...
SILVIAKARL