Tengo una pena muy grande en mi corazón,
por una amiga que tengo, !pobre mi amor!,
pues trabaja fregando suelos y eso no es un
deshonor. Lo peor del caso es que trabaja -
muchas horas a las que no les dan valor. - -
Le pagan muy poquito, !pobre mi amor!, pe
ro como no hay trabajo y los jefes son un --
dolor. Gente como esa no tiene perdón. Tie-
nen mucho dinero, pero a ella sólo le dan las
migas, !que malos son!. Abusan del pobre,
!si señor!, en vez de ayudarla, !que malos
son!. No comprendo esa maldad en mi co-
razón, porque ayudar es alegría para los -
dos, porque el que recibe se pone conten-
to y el que da debiera encontrarse mejor
y además recibiría la bendición de Dios.
No piseis a los pobres, ayudadlos !por
favor!, porque ver personas felices es
lo mejor.