Ramón Bonachí

MALA COMPAÑIA

La llamaban “María”, bello nombre de mujer, quizás era lo único que tenia ¡de bello, y de mujer!
Decían que era peligrosa y muy posesiva, si te dejabas atrapar por sus mentiras, se apoderaba hasta de tu último aliento. Sin embargo  acepté el reto y agarrándola de la mano cogí el camino equivocado y me dejé llevar por ella.
Me llené de amistades peligrosas, ratas de alma espesa que acababan siempre convenciéndome. Me bebí mil noches enteras junto a mi María, y enterré los días de sol porque me dolía vivirlos sin ella. ¡Cuando más la necesitaba!  Más pronto me poseía. y aunque juro que la intenté dejar.... la ansiedad de perderla me hacía regresar.
Tristes palabras que más tarde negaré haberlas dicho. Entre delirios culparé  a otros de mi culpa. ¡Es tanta mi mala suerte! Que al mirar ahora a la María creo ver en ella la muerte .