Hola ángel brillando en el estrellado cielo
de aquí en mi soledad admiro tu belleza
tan perfecta, tan única, tan dulce, tan tu.
Molesto en tu día para pedirte:
que me perdones, simplemente, ¡PERDON!
Perdón por amarte demasiado.!
Perdón por intentar estar a tu lado todo el tiempo.!
Perdón por vivir de ti y para ti.!
Perdón por quererte solo para mí.!Perdón por meterme un tu vida
y por desea que formes parte de la mía.!
Hoy que en silencio te alejas de mí
me doy cuenta que pedí mas de lo necesario
y que tu nada me negaste.
Tarde como siempre me despierto
en este vacío de tumba enfermizo
sabiendo que te fuiste de mi lado.
Te pido que me prometas:
Que vivirás tu vida libre y sencilla
sin más cadenas que las necesarias.
Que no ocultaras tu infinita belleza
si eres una incadesiente rosa viva.
Que serás lo que quieras ser
porque uno no es lo que se dice
sino lo que dicta el corazón.
Que respetaras y aras respetar lo que pienses
porque te permitirá ser lo que quieras ser.
Aunque te ame innumerablemente
como el pasto en las praderas
no sabrás de mí aunque tú lo quieras.
Te estaré esperando por siempre
mi amiga, mi novia, mi compañera.
Ruego que nunca dudes de buscarme porque estaré siempre esperándote. No me importa si vienes de amiga a pedir un favor, una mano, una ayuda o cualquier cosa.
Si vienes de compañera para compartir un silencio, una charla, un llanto o lo que sea yo te estaré esperando para apoyarte como vos me apoyaste, enseñaste y valoraste porque te debo mucho ya que me hiciste abrir los ojos.
Si vienes de novia a darme otra oportunidad te estaré esperando con el corazón alzado prometiéndote que te demostrare que cambie, que me enseñaste a cambiar y salga de esta cárcel en la que solo me encerré.
Me diste la luz para iluminar mi camino, la fuerza para dar mis pasos, la esperanza para seguir, la fé y el optimismo de saber que se puede, el valor, la inteligencia entre tantas cosas para encontrar la salida.
Me enseñaste a mantener mi lugar y a compartir solo lo que debo compartir; a quemar las cosas que en mi mente rondan y me impedían ser. Me enseñaste a que podía creer en mis palabras y a luchar por defenderlas.