Mi vida es mía, sólo mía.
La he compartido contigo infinidades de veces.
Sin embargo, me doy cuenta de que
me quieres ausente de la tuya,tu vida.¿quieres que realmente así sea?
No creas que hoy soy el mismo de hace tiempo.
He cambiado, y mucho.
Hasta yo me desconozco. Ya no soy el mismo.
Antes pregonaba el amor,
sobre todo el tuyo y el mío.
Lo pregonaba al aire, al cielo, a Dios...
no expandía nuestro amor hacia todo el mundo.
El mundo éramos tú y yo.
Nuestro maravilloso mundo,
que pase lo que pase, nunca he de olvidar,
porque fueron los años más felices de mi vida.
Ambicioné tener todo de golpe.
Pero me conformé con lo mucho que para mí fue:
tu amor, y a él por nada lo cambiaba...
teniéndote a ti, lo tenía todo...
tenerlo todo, obtener todo...
Aunque quería cien motivaciones de felicidad...
y de todas ellas, sólo obtuve una...
a ti, mi vida, mi sueño, mi verdad,
mi imposible... que a través del tiempo,
se convirtió en la gran posibilidad,
en la gran realidad...
Tú junto a mí, fue una de las mejores
bendiciones de mi vida.
Dejar de lado todo lo que podía tener,
lo hice a un lado, porque elegir
entre todo lo que ambicionaba, o tú...
Y a ti te elegí, de verdad, con mi auténtico sentir.
Con todo mi ser... porque te amé
desde el primer momento...
Lo que había descartado de mi vida,
no me importó... porque había elegido
lo que más amé, y fue a ti...
nunca me arrepentí.
A veces extrañaba sueños e ideales
que hubiese podido tener,
nada de ellos me importaron,
porque tú estabas en mi vida,
y para mí eso era suficiente...
la felicidad... un ser, un humano,
una mujer que colmase m i vida,
fue suficiente, lo demás ¡nada me importó
no tener!...
Y ahora me pides que desaparezca de tu vida...
¿qué es lo que significa para ti \"desaparecer\"?...
¿que no exista más a tu lado?
¿que tú te has de ir de mi vida?
¿o que sea yo el que me vaya de la tuya?
Quiero que me contestes,
y que no bajes la mirada...
no me temas, me conoces...
entonces, enfréntame, no eludas tu mirada...
¿quieres que sea yo el que
desaparezca de tu vida?
Si no tienes la valentía de responderme,
solamente mírame, en silencio,
ni siquiera balbucees una sílaba...
Levanta la vista, y mírame, así...
Ya he obtenido tu respuesta,
no me la esperaba...
pero lo que tú quieras, así se hará...
espero que nunca te arrepientas...
sólo quiero decirte, que me voy con la seguridad
de que nunca me olvidarás...
escucha... el rodar del tren sobre las vías...
¿quieres realmente que desaparezca de tu vida?
Siempre nos ha gustado viajar en tren...
tantas veces hemos viajado...
Hoy, no hemos de estar los dos
arriba de él...
hoy estaré sólo en él... no sentado...
pero sí debajo de sus ruedas...
adiós, mi amor...
¿qué es lo que quieres,
para qué me llamas?
Pensé que habías perdido el habla...
¿Es cierto lo que estoy escuchando?
No, no llores, cálmate, sí...
cómo no he de perdonarte...
si me estás devolviendo la vida...
no llores, no llores amor...
no quiero ponerme a llorar también yo...
Bésame, bésame amor...
olvida todas mis palabras...
cómo no voy a comprenderte....
si por haberme llamado,
me has salvado la vida,
y yo he de amarte hasta mi muerte...
y aún, después de ella...
Todos los derechos reservados del autor (Hugo Emilio Ocanto - 21/05/2013)