Vendo los destellos de una luna
que ilumina mi tristeza en su guarida
y está envuelta con retales de esperanza
que dibujo sobre el tiempo
que jamás hemos tenido.
Vendo los segundos más intensos de un amor
arropados con telones de distancia
y enterrados en la playa
con la arena del olvido
protegidos del invierno
en el eco de un latido
También vendo despedidas dolorosas
adornadas con las caras sonrientes
dibujadas en pantallas aburridas
de teléfonos que siempre comunican
Te regalo algunos versos de Sabina
y el otoño soleado de un verano
que agoniza
Por el precio no hay problema
si te tienta
un destino indiferente les espera
pues son saldos indolentes del camino
de dos almas paralelas que se alejan