Así me conociste...entre mis ruinas...
con un corazón derrumbado,
mis paredes agrietadas
no podían soportar más.
El techo de la esperanza
cayó,lastimándome el alma,
ni una sola vigueta
lo pudo soportar.
Cada ladrillo
se desmoronó poco a poco,
carcomiéndose así
a mi amor ilusionado.
Y yo...que amaba tanto..
entre fisuras de mi soledad
quisé mantenerme firme,
pero la humedad de la ausencia
hacía que yo extrañara tanto.
No sé que pasó...
a mis cimientos les falto dureza,
las varillas del olvido
se clavaban aún más
en mi corazón dolido.
No hubo castillos ni trabes
que soportaran tanto llanto;
y ahí quedé,entre el cascajo
de mi existencia vil.
Y llegaste tú,caminando
sobre los escombros de mi vida,
haciendo un recuento de mis daños,
las químeras que brotaban en mí
remodelaban mi fachada
haciendo sonreir a mi corazón.
Demolías con tus besos
todos mis dolores,
en un gran abrazo
me construías por dentro.
Me pintabas mis mañanas
con tu risa y tu alegría,
reconstruyendo mis penas
en una hermosa canción de amor.
Te abrí las ventanas de mi alma,
esperándote como el sol por la mañana,
quitando en mí, el sarro y el moho
que me hacían envejecer.
Eres tú...arquitecto de ilusión...
que construyes en mí
como en un terreno baldío
la más bella mansión para el amor.
YOLANDA BARRY.