[email protected]

Esa fría mañana de inverno...

Era increible, me gustabas desde la primaria, pero esa mañana
note que te estabas insinuando, casi seductoramente me animaría a decir;
al notarlo y bajo el efecto de un éxtasis virtuoso,
me dejé llevar y comencé a mirarte...

Noté que esa melena desordenada,
que yo describía como \"una falta de compromiso estético\",
al caer libremente sobre tu agraciado rostro
hacia relucir notablemente tus pómulos,
exageradamente rosados aquella mañana de invierno.

Parecíamos salidos de una película romántica, 
yo recostado en tu regazo mientras tus suaves dedos
se enredaban en mi cabello rizado.
Tenías esa sonrisa que enmudecía al silencio,
esa mirada imponente de tus ojos color café, que paralizaba el tiempo, 
y esa presencia que dejaba sin aliento a la más bella afrodita. 

Sin querer averiguar si era verdad o era un sueño,
me incorporé bruscamente, y sin dejar que te percatases de mis intenciones,
cruce mi boca con tu boca mordiendo suavemente tus labios;
y antes de que pudieras siquiera entender lo sucedido,
me alejé de ellos, contento, en busca de la única respuesta a mi atropello.

Pero te quedaste ahi, muda y sonriendo,
y aprovechando el momento,
me recosté sobre tu regazo y empecé a tararear esa canción,
esa canción de amor, que sin duda fue escrita para vos!