SebastianTovar

En ella

Del orden al

prejuicio de los

hombres, consterna

la verdad de aquella

bailarina mariposa, 

preogreso indeciso

de una nota musical.

 

Roce justo

de injusticias,

palabra en verbo

y rima imprescindible 

que decide menester

amor, sueño  

e irascible dolor.

 

Mi luna veladora, 

consuelo de necios

y enamorados que

al poder perplejo

avergüenza con

ojos escarlata 

esmaltados.

 

Del prejuicio al

orden de los

hombres otorga

cauta libertad

de un amor pasivo,

deseo efímero

en perfecta eternidad.