Tengo un altar erigido
para un amor ficticio,
que siendo un sacrificio
lo tengo en el corazón elegido.
Si supieras que te veo
en cada cosa al hacer.
Dices que la ilusión no existe,
pero este cariño vive
en un rincón de mi alma
para poder adorarte.
Los lirios blancos planté
donde cultivo mis versos
en la primavera tendré
flores blancas de querer.