le mont blanc

SE ME SECO EL ALMA


De poco dormir, de mucho  pensar,

de tanto  en tanto llorar,

primero se me seco el cerebro  

luego el juicio se marcho, 

y finalmente  el corazón feneció.

Y el alma llena de fantasias 

sin alimento se quedo.

 

 

Mi boca prohibida de gritar tu nombre

auxilio no pidió ....

privada de la sabia de tu aliento,  

 y de tu pecho el  candor,

se fue arrugando primero 

y luego se seco.

 

 

Aquí la tengo en mi mano, 

fría y mutilada e  inerte 

y a veces pienso al pendiente,

que solo  está jugando...

a la bella durmiente.

 

 

 

L.M