Había un tormento en mi vida
La paz y la dicha no obtenía
Un día incierto, te conocí
Fue como la llegada del verano
Hubo, luz y calor
Floreció mi corazón
Mi piel agrietada
Mi alma volvió a tener fé
Tú sonrisa fue la aurora
De un nuevo día
De un amanecer distinto
Llenó de regocijo a mi alma
Tus cálidos besos
Fueron el agua hidratante
Tu suspirar incesante
Fue el renaciente de mi aurora
Tu aliento fascinante
Llenó de brillo mi mirada
Y en un pequeño suspiro
Te robaste la desdicha
Y hoy, gracias a ti
Soy toda pasión