En la penumbra dos sombras
dos hombres, dos mujeres, dos
se desata el frío y el silencio
el desamor y los aniversarios
las promesas quedaron en papeles
y la mañana levanta al cuerpo
lo expulsa, lo obliga a caminar
a respirar, a decir sí, a saludar, a fingir
Si te hablo de la belleza
de ver a un niño dormir
un barco partir, un abrazo llegar
si un puerto y una playa
si la tierra se escurre en tus manos
sube esa escalera que nadie ve
ve hacia los horizontes y sus eternas líneas
La soledad me habló y trajo estas letras
imperfectas, inexactas, mediocres
pero también me sumergió en la oscuridad
en la perfecta, la infinita, la que exilia a la luz
la que perdona a nuestros ojos que se dibujan
que imaginan en su cielo negro, uniforme, rígido
Busco ni bien empieza la noche
colores en baúles ocultos,
busco el sino, la ruina, el descanso
susurro una canción que me despertó
en alguna mañana rara, en algún jardín
busco la gracia, la pena, el desierto
busco un retiro sólo para recordar
tanta belleza oculta en mi noche, tan oscura