Tal vez
nunca supimos
comprendernos,
quizas fuimos
dos gotas de agua
en un desierto.
Dos amapolas
mustias,
resecas
por el tiempo,
dos golondrinas
blancas
en un negro
firmamento.
Tal vez
en un minuto
quemamos
algo eterno,
o fue
que me quite
mis alas
para romper
tu vuelo.
La vida
se ha parado
entre mis dedos,
ahora
nos perdimos
en la piel
de algún lucero.
Tal vez
a tu olvido
le siente bien
mi ausencia,
y puedas ser
la huida
para mi sombra
muerta
seras
ese rugido
del mar
sobre mi alma
que me hace
sentir
una gaviota
herida
en cualquier
playa.
Tal vez ahora
que declina
la noche,
pueda sentirte
respirando
por mis sueños,
para de nuevo
volver a ser
dos corazones
tocando
blancos UNIVERSOS.
Ana@ocaña